“Pero yo no quiero estar entre locos”, señaló Alicia. “Oh, no puedes evitarlo”, dijo el gato. “Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca…” “¿Cómo sabes que estoy loca?”, preguntó Alicia. “Debes estarlo”, dijo el gato. “De otra forma no habrías venido aquí.”- Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll.
En 1920, después de la muerte de su madre desquiciada, el brillante psiquiatra Amadeus Arkham empezó a convertir su casa ancestral en un hospital para el tratamiento de enfermos mentales. No sospechaba que había puesto en movimiento una cadena de eventos de pesadilla, de graves consecuencias. Más de medio siglo después, el Asilo Arkham para Criminales Dementes es un lugar de corredores tenebrosos y sombras opresivas. Una casa salida de un mal sueño. Un acertijo de piedra y madera, que siempre ha estado sin resolver. Durante años, los enemigos de Batman, dementes y deformes, han estado prisioneros dentro de estos muros claustrofóbicos. En celdas acolchadas y sótanos oscuros, se han cobijado y hecho planes, mientras sueñan con el día en que se han de levantar para dominar al mundo de la razón.Ese día ha llegado. Es el primero de abril, y los lunáticos se han apoderado del asilo. Guiados por Joker, lanzan un reto terrible contra Batman, el único hombre responsable del cautiverio de todos ellos. En una competencia martirizante de astucia contra sus peores enemigos, Batman debe descender hasta el corazón de la oscuridad, enfrentar sus mayores miedos y aprender la verdad de su propia experiencia… o sufrir por la demencia de los demás. “¿Miedo? Batman no le teme a nada”, asegura el Hombre Murciélago. “Pero yo sí tengo miedo”, se presta a añadir. “Temo que Joker tenga razón respecto a mí. A veces yo… cuestiono la racionalidad de mis actos. Y temo que al atravesar las rejas de este asilo… cuando entre a Arkham y las puertas se cierren tras de mí… sea como llegar a casa.”Los dos párrafos que acabáis de leer pueden servir como perfecta introducción a uno de los mejores cómics de la historia del Hombre Murciélago, Batman: Arkham Asylum; de hecho, dichos párrafos (así como algunas citas que salpican el presente análisis) han sido extraídos de la mencionada obra. Creado en 1989 por Grant Morrison (guión) y Dave Mckean (dibujo), Arkham Asylum no está considerado como el mejor cómic del Caballero Oscuro (ese honor pertenece a The Dark Knight Returns, de Frank Miller), pero sí es unánimemente aclamado como el más oscuro, retorcido y terrorífico de todos. Ahora, 20 años después, nos llega un videojuego con idéntico nombre, similar punto de partida y mismo escenario. Pero no nos confundamos. Batman: Arkham Asylum, el videojuego, no es una adaptación a formato interactivo de Batman: Arkham Asylum, el cómic. Eso sí, a lo largo de la aventura que nos disponemos a afrontar se nos ofrecerán no pocos guiños a dicha obra. Y no será la única en ser homenajeada. Batman: Arkham Asylum reúne en un único videojuego lo mejor de los 70 años de historia del personaje, dando como resultado no sólo el mejor título que el Hombre Murciélago ha protagonizado hasta la fecha, sino también el mejor juego de superhéroes de todos los tiempos.El extremo cuidado puesto en el desarrollo de esta obra es evidente en todos y cada uno de sus apartados. De su guión se ha encargado Paul Dini, productor y escritor de la fenomenal trilogía de series de animación sobre Batman (Batman The Animated Series, The New Batman Adventures y Batman Beyond) emitidas a lo largo de diez años, desde 1992 a 2002, ganadoras de varios premios Emmy (el propio Paul Dini conserva en su vitrina cinco de ellos). Los principales actores de doblaje de dichas series (Kevin Conroy como Batman, Mark Hamill -eterno Luke Skywalker- como Joker y Arleen Sorkin como Harley Quinn, a lo que hay que sumar la aparición de Ron Perlman –Hellboy- como Bane) han puesto voz en las versiones del juego aparecidas en países de habla inglesa. Como broche final, el estudio Wildstorm, propiedad de DC Cómics (compañía a su vez propietaria de Batman), se ha encargado de los sorprendentes y en muchos casos incluso sobrecogedores diseños de personajes (ojo a Killer Croc o el Espantapájaros).
Tal derroche de talento ha sido plenamente aprovechado por Rocksteady, estudio encargado del desarrollo del presente videojuego, implantándolo en una absorbente y variada mecánica, engalanando la mezcla resultante con un fenomenal apartado gráfico repleto de todo lujo de detalles en el que el ya más que familiar Unreal Engine 3 luce mejor aspecto que nunca, sobre todo en la versión para ordenador, que ha llegado a las tiendas semanas después. Las expectativas y el hype que rodeaban a Batman: Arkham Asylum durante su etapa de desarrollo estaban por las nubes, más aún tras la cancelación del proyecto auspiciado por Pandemic que pretendía llevar la película El Caballero Oscuro hasta nuestras consolas. Al fin tenemos el juego en nuestras manos, y podemos clamar a los cuatro vientos que ha cumplido con denostada solvencia todo lo que se esperaba de él. Damas y caballeros, con todos ustedes Batman: Arkham Asylum, juego que desde ya debe ser considerado el equivalente en formato interactivo a Batman: The Dark Knight Returns en los cómics o El Caballero Oscuro en el cine.
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